Algunas de las funciones impulsadas desde el Estado -como educación, salud pública, seguridad social, entre otras- si bien aportan a la reproducción social, no han sido concebidas como parte de un Sistema de Cuidados integral, por lo que no cubren en extenso las necesidades de cuidados de las familias. El sistema a implementar debe tener capacidad de articular las demandas de atención de cuidados de las personas en todas las dimensiones que conducen a la autonomía personal.