lunes, 24 de junio de 2013

De Cotidiano Mujer

De Cotidiano Mujer

El domingo 23 de junio de 2013, las y los uruguayos tuvimos la oportunidad de probar que somos más libres, menos conservadores, más iguales, menos despóticos, más solidarios y respetuosos que nunca. Republicanos, democráticos y laicos. Como siempre.

Pese a las trampas del llamado a votar, invocando que el pueblo debía decidir, a pesar de la avanzada fundamentalista, a pesar de la jerarquía de la Iglesia Católica y de las cabezas conservadoras de algunos de los líderes de todos los partidos como Pedro Bordaberry, Jorge Larrañaga, Pablo Mieres y Tabaré Vázquez, más de 2 millones 300 mil ciudadanos y ciudadanas (9 entre 10) le dieron una lección a gran parte de la clase política.

A 6 meses de su sanción, la Ley 18.987 es una realidad ratificada. Este país ha decidido, una vez más, respetar el derecho de las mujeres a ser dueñas de su cuerpo; a que la maternidad y paternidad sean elegidas y todos los hijos, deseados.

Los derechos no caen del cielo. Son producto de la construcción colectiva y del ejercicio pleno de la ciudadanía. Y el pueblo decidió.

Cotidiano Mujer (http://www.cotidianomujer.org.uy/sitio/index.php?option=com_content&view=article&id=665%3Auruguay-respalda-ley-de-ive&catid=87%3Anoticia)


Los hombres que no amaban a las mujeres Por Constanza Moreira

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Lunes, 24 de Junio de 2013 14:39
 Por Constanza Moreira*
Ayer se cerró un capítulo en el debate sobre la despenalización del aborto en Uruguay, con el fracaso estrepitoso del llamado a un referéndum para derogar la ley de interrupción voluntaria del embarazo. Apenas se consiguió la tercera parte de las adhesiones necesarias para impulsar el referéndum, y eso puso fin a las aspiraciones para anularla. Resta ahora luchar por su implementación: esto es, por hacer que el derecho a una atención sanitaria eficaz y en tiempo sea igual para todas las mujeres en el territorio, con independencia de su situación, condición económica, o lugar de residencia.

A lo largo del debate, los argumentos de quienes propugnaban derogar la ley, fueron cambiando. El famoso “derecho a la vida”, con su innegable ropaje religioso, fue perdiendo peso. Un argumento difícil de entender para los mortales de a pie, y que no se sostiene en ningún controversia jurídica. Arreció entonces la idea de que había que ir a votar, porque siempre es bueno ejercer nuestro derecho ciudadano. Pero este argumento, el del “ritualismo democrático” (votar es bueno, independientemente de lo que se vote), tampoco convencía a nadie. De hecho, fue el que esgrimieron los políticos que fueron a votar, porque era difícil decir que estaban en contra de la ley. Y este es el quid de la cuestión. ¿Por qué no podían manifestarse abiertamente en contra de la ley?
La razón es simple: nadie en su sano juicio cree que una mujer que se practique un aborto debe ir presa. No lo creen los jueces, ni los políticos, ni la policía. No lo cree ni siquiera el Diputado Abdala, principal impulsor del referéndum. El sostuvo, a lo largo de los debates, que el aborto debe ser descriminalizado, por supuesto, pero ¿cuál era la alternativa? La ley podría tener muchos defectos, pero tenía dos virtudes que nunca fueron puestas en cuestión: la descriminalización de la mujer, y una política sanitaria integral. Nadie fue contra esto porque nadie puede estar en desacuerdo con esto. Y por ello se evitó centrar la discusión en el corazón mismo del debate: la ley.
Sin embargo, y como el propio Abdala subrayó repetidas veces, el impulso a la derogación fue un éxito político: tuvo el apoyo de todos los precandidatos de todos los partidos políticos; del Partido Nacional, del Partido Independiente, del Partido Colorado, y del Frente Amplio. Ninguno faltó a la cita.
Los precandidatos escucharon mal “la voz del pueblo”, o más bien, el “silencio del pueblo”. Perdieron sintonía con los dos sectores de su electorado más sometidos al silencio político: los jóvenes, y las mujeres. No saben cómo piensan, no saben cómo sienten, no los interpretan. Que toda la clase política de primera línea haya ido a votar un referéndum para derogar la ley que despenaliza el aborto, es una primera señal. Bastante negativa, por cierto.
Yo me pregunto: ¿acaso estos hombres no aman a las mujeres? ¿Acaso no saben que miles de mujeres abortan todos los años? ¿Acaso no saben que los embarazos no deseados también se producen por hombres que se niegan a usar métodos anticonceptivos? ¿Acaso no saben que obligar a una mujer a llevar a cabo un embarazo que no desea es una violación a sus derechos más elementales? ¿Acaso no se enteraron que el embarazo debe ser deseado y querido? ¿Acaso no saben que las consecuencias de sus actos recaen sobre las mujeres todas, en mucho mayor medida que los hombres? ¿No han pensado nunca quién se hace cargo de los niños, de los ancianos, de los que precisan cuidado? ¿Nunca pensaron que a las mujeres hay que quererlas un poquito más, hay que cuidarlas un poquito más, y sobre todo, hay que escucharlas un poquito más?
No, me contesto. Estos hombres no aman a las mujeres. Y lamentablemente la política también es emoción, compromiso, fraternidad, identidad. La representación era eso: que la gente se “espeje” en el representante y se sienta entendido, contenido, apreciado. La movilización de afectos e identidades en esta campaña, no alcanzó a sus principales líderes. Qué pena. Dejaron de entender algo importante. Abramos un tiempo de reflexión sobre lo que pasó y saquemos enseñanzas de los hechos. Para que nada pase en vano. Porque sin mujeres, no habrá política.

* politóloga y senadora por el Frente Amplio

Los hombres que no amaban a las mujeres Por Constanza Moreira

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Lunes, 24 de Junio de 2013 14:39
 Por Constanza Moreira*
Ayer se cerró un capítulo en el debate sobre la despenalización del aborto en Uruguay, con el fracaso estrepitoso del llamado a un referéndum para derogar la ley de interrupción voluntaria del embarazo. Apenas se consiguió la tercera parte de las adhesiones necesarias para impulsar el referéndum, y eso puso fin a las aspiraciones para anularla. Resta ahora luchar por su implementación: esto es, por hacer que el derecho a una atención sanitaria eficaz y en tiempo sea igual para todas las mujeres en el territorio, con independencia de su situación, condición económica, o lugar de residencia.

A lo largo del debate, los argumentos de quienes propugnaban derogar la ley, fueron cambiando. El famoso “derecho a la vida”, con su innegable ropaje religioso, fue perdiendo peso. Un argumento difícil de entender para los mortales de a pie, y que no se sostiene en ningún controversia jurídica. Arreció entonces la idea de que había que ir a votar, porque siempre es bueno ejercer nuestro derecho ciudadano. Pero este argumento, el del “ritualismo democrático” (votar es bueno, independientemente de lo que se vote), tampoco convencía a nadie. De hecho, fue el que esgrimieron los políticos que fueron a votar, porque era difícil decir que estaban en contra de la ley. Y este es el quid de la cuestión. ¿Por qué no podían manifestarse abiertamente en contra de la ley?
La razón es simple: nadie en su sano juicio cree que una mujer que se practique un aborto debe ir presa. No lo creen los jueces, ni los políticos, ni la policía. No lo cree ni siquiera el Diputado Abdala, principal impulsor del referéndum. El sostuvo, a lo largo de los debates, que el aborto debe ser descriminalizado, por supuesto, pero ¿cuál era la alternativa? La ley podría tener muchos defectos, pero tenía dos virtudes que nunca fueron puestas en cuestión: la descriminalización de la mujer, y una política sanitaria integral. Nadie fue contra esto porque nadie puede estar en desacuerdo con esto. Y por ello se evitó centrar la discusión en el corazón mismo del debate: la ley.
Sin embargo, y como el propio Abdala subrayó repetidas veces, el impulso a la derogación fue un éxito político: tuvo el apoyo de todos los precandidatos de todos los partidos políticos; del Partido Nacional, del Partido Independiente, del Partido Colorado, y del Frente Amplio. Ninguno faltó a la cita.
Los precandidatos escucharon mal “la voz del pueblo”, o más bien, el “silencio del pueblo”. Perdieron sintonía con los dos sectores de su electorado más sometidos al silencio político: los jóvenes, y las mujeres. No saben cómo piensan, no saben cómo sienten, no los interpretan. Que toda la clase política de primera línea haya ido a votar un referéndum para derogar la ley que despenaliza el aborto, es una primera señal. Bastante negativa, por cierto.
Yo me pregunto: ¿acaso estos hombres no aman a las mujeres? ¿Acaso no saben que miles de mujeres abortan todos los años? ¿Acaso no saben que los embarazos no deseados también se producen por hombres que se niegan a usar métodos anticonceptivos? ¿Acaso no saben que obligar a una mujer a llevar a cabo un embarazo que no desea es una violación a sus derechos más elementales? ¿Acaso no se enteraron que el embarazo debe ser deseado y querido? ¿Acaso no saben que las consecuencias de sus actos recaen sobre las mujeres todas, en mucho mayor medida que los hombres? ¿No han pensado nunca quién se hace cargo de los niños, de los ancianos, de los que precisan cuidado? ¿Nunca pensaron que a las mujeres hay que quererlas un poquito más, hay que cuidarlas un poquito más, y sobre todo, hay que escucharlas un poquito más?
No, me contesto. Estos hombres no aman a las mujeres. Y lamentablemente la política también es emoción, compromiso, fraternidad, identidad. La representación era eso: que la gente se “espeje” en el representante y se sienta entendido, contenido, apreciado. La movilización de afectos e identidades en esta campaña, no alcanzó a sus principales líderes. Qué pena. Dejaron de entender algo importante. Abramos un tiempo de reflexión sobre lo que pasó y saquemos enseñanzas de los hechos. Para que nada pase en vano. Porque sin mujeres, no habrá política.

* politóloga y senadora por el Frente Amplio

El día después

24 de junio de 2013

Es algo para festejar, porque esté tiempo de campaña fue doloroso, nada sencillo. Temía porque todas esas mujeres que han transitados por abortos clandestinos e inseguros escuchen como se las enjuicia como se las juzgó de forma masiva en este tiempo, bueno como ha sido durante toda la historia...

El resultado de ayer creo nos da muestra a quienes temíamos sobre el mismo, que vivimos de verdad en un país que viene cambiando que viene siendo más comprensivo y más respetuoso con las personas, con las mujeres, con las mujeres que han transitado y transitarán por situaciones de embarazos no deseados. 
Las organizaciones Feministas y de mujeres hemos trabajado de forma constante por nuestros derechos pero más aún por los derechos de otras, a quienes no se las escucha a diario, las más vulnerables. Y sabemos que cuando una mujeres cuenta con información clara accesible confiable puede decidir de forma responsable sobre su vida, sobre su cuerpo, puede ejercer sus derechos. 
Por esto es lo que luchamos, con esta ley actual, pero también con la ley de ssr que pudo haber sido más integral aún, pero bueno habrán quienes seguirán pagando espero el costo político que implica darle la espalda al 52% de la población uruguaya. Feliz de que en mi país las mujeres puedan tomar un camino seguro y saludable.
Feliz porque cada vez hay más gente que cree y válida esta lucha, que se expresa y que decide. Feliz porque tener un país menos conservador, más comprensivo de la autonomía. Porque no hemos trabajado en vano, porque esto no es en las redes sociales, esto es a diario en la calle, en los talleres, en las ferias, en las aulas, luchamos en cada micro espacio en el que transitamos las feministas. Y si tiene costos. 
La lucha por los derechos de las mujeres no ha sido gratis, cada derecho hay que luchar para mantenerlo, eso hicimos con esta ley, que ojalá algún día mejoremos. Así ha sido con cada victoria, con cada derecho. Brindo por el derecho a decidir libremente con quien queremos tener hijos, cuantos tener y cuando tenerlos, incluso decidir no tener. Porque somos personas autónomas y nuestras decisiones importan. Y por suerte (aunque no es suerte, es un hecho y una victoria) le importan al 90% de la población.
 María José Scaniello Negris

Intervención urbana de la Comedia Nacional a 40 años del Golpe de Estado



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"El tiempo pasa"

Intervención urbana de la Comedia Nacional 
a 40 años del Golpe de Estado
jueves 27 de junio, 19 a 20hs. en varios puntos de la ciudad

Teatro El Galpón (18 de julio esq Carlos Roxlo)
José Ellauri y Solano García
Francisco Llambí y Av. Rivera
Valentín Gomez y Av. Agraciada


No hay nada más parecido a la injusticia que la justicia tardía.
Séneca.

El próximo 27 de junio a las 19hs., al cumplirse los 40 años del Golpe de Estado que marcó el comienzo de la dictadura cívico-militar, la Comedia Nacional -en el marco de Montevideo Capital Iberoamericana de la Cultura- saldrá de las salas teatrales para realizar un evento artístico audiovisual al aire libre, con el fin de actualizar y reflexionar sobre ese particular momento histórico.

A través de breves cortometrajes, actores y actrices del elenco de la Comedia Nacional encarnan en primera persona los casos reales de 14 víctimas del terrorismo de estado, recuperando sus vivencias y homenajeando su memoria.

A modo de intervención urbana se llevará a cabo la proyección de estos testimonios entre las 19 y las 20hs. en forma simultánea, en cuatro puntos de la ciudad (Teatro El Galpón, José Ellauri y Solano García, Francisco Llambí y Rivera, Valentín Gómez y Agraciada). Con una duración aproximada de 20 minutos, la misma se realizará tres veces de forma continuada. La actividad es abierta y se llevará a cabo en la vía pública, colocándose una pantalla frente a cada uno de estos lugares, que fueron testigos de hechos fundamentales en torno a aquel 27 de junio de 1973.

El proyecto cuenta con la realización audiovisual de Cuadro Films y el guionado de Inés Bortagaray. La selección y recopilación de los materiales es producto de un trabajo de investigación apoyado por diversas instituciones dedicadas a ello y a la realización de entrevistas puntuales con los familiares de algunas de las historias a desarrollar. La elección de las historias y los espacios de proyección se basa en una premisa de diversidad de los casos tanto en la forma; desaparición forzada, muerte por torturas, asesinatos; como en la localidades donde ocurrieron (Montevideo e interior), en la filiación política y el género de las víctimas.

Bajo el título "El tiempo pasa" esta plataforma pretende recordar la lucha de los familiares que hasta el día de hoy piden justicia por sus hijos, padres, compañeros, hermanos y nietos.


Fecha: Jueves 27 de junio, 19 a 20hs.

Lugares de proyección:

>> Teatro El Galpón (18 de julio esq. Carlos Roxlo)
El 7 de mayo de 1976 un Decreto clausura la Institución Teatral El Galpón, disuelve su elenco, confisca sus bienes y prohibe toda actividad teatral y cultural a sus integrantes. La posterior persecución policial llevó a muchos de ellos a solicitar asilo político en México.

>> José Ellauri y Solano García
Donde funcionó hasta 1986 el ex Establecimiento Penitenciario de Punta Carretas (actualmente Shopping Punta Carretas)

>> Francisco Llambí casi Av. Rivera 
En esta intersección fue secuestrado Julio Castro de 68 años, en la mañana del 1° de agosto de 1977, al salir de la casa de su amigo Efraín Quesada.
>> Valentín Gomez y Av. Agraciada
Ocho obreros comunistas fueron fusilados el 17 de abril de 1972, cuando fue tomado por asalto el Seccional 20º del Partido Comunista.


SPOT DEL EVENTOhttps://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=d_Vks85JClY


Por más información: 

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Nací con la democracia pensaunpoco.com

Nací con la democracia
Video realizado para pensaunpoco.com
Guión y locución: Juan Pablo Mendez
Dirección y edición: Emilio Echeverría



Nací con la Democracia from Emilio Echeverria on Vimeo.