jueves, 30 de mayo de 2013

Identidad y cultura del pueblo uruguayo. MEMORIAS DE MUJERES Documental

En el día internacional por la salud de las mujeres este homenaje a aquellas que lucharon por mantener su salud física y mental en las peores condiciones y vulneraciones de derechos.
No dejen de ver el trailer que viene adjunto, a lo mejor les da ganas de ver todo el documental.


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PANTALLAZOS DEL SUR
Un rinconcito de la palabra,
la mirada y la música.
Tejiendo Memorias
Memorias de mujeres
Pero estamos acá para contarlo,
es la consigna de Memorias de Mujeres,
una película caracterizada por primeros planos de rostros que denuncian,
se alegran y se entristecen,
narran sentires, penas y esperanzas de nuestra historia reciente.
Pero estamos acá para contarlo,
y estamos como mujeres.
Una narración en femenino,
de vida de mujeres,
de mujeres presas durante la dictadura que sufrió el pueblo del que forman parte;
una perspectiva y un encuadre con palabras de mujer que, sin lugar a dudas,
permiten completar en una visión más cabal la historia y la lucha del pueblo uruguayo,
y en particular el lugar que en esa historia y en esa lucha tiene la mujer uruguaya.
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Imágenes integradas 1
Memorias de mujeres - La liberación de las últimas presas

Montevideo. 14 de marzo de 1985

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Ayer en el hoy, Memoria para el futuro.

Identidad y cultura del pueblo uruguayo.

MEMORIAS DE MUJERES

Documental (30’).

Realización: Virginia Martínez;

Proyecto original y asesoramiento: Rosario Caticha, Charna Furman, Isabel Trivelli.

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Reseña
Entre 1973 y 1985, el Penal de Punta de Rieles (Establecimiento Militar de Reclusión N° 2) fue un lugar de detención para presas políticas durante la dictadura cívico militar uruguaya. Para llegar hasta el edificio rodeado de flores, más que decoroso, casi confortable, se recorría un camino –“la pradera”– donde pastaban animales. No era posible percibir a primera vista la sorda lucha que encerraban esos muros. El documental intenta reconstruir la vida en esa cárcel tal como la narran algunas de las cientos de mujeres que allí estuvieron y resistieron a la pretensión de los militares de destruirlas física, psíquica e ideológicamente.
Sobre un proyecto original de Rosario Caticha, Charna Furman e Isabel Trivelli (tres ex presas del establecimiento penitenciario de Punta de Rieles), la película está dirigida por la documentalista y escritora Virginia Martínez, quien, como lo hiciera antes con Por esos ojos (1997) y Ácratas (2000), parte de una profunda investigación, una rigurosa selección del material filmado, y una sobria edición, para concentrar en tan sólo media hora de proyección los testimonios de varias mujeres que sobrevivieron al cautiverio que les impuso la dictadura en la cárcel de Punta de Rieles.
La crónica a cargo de estas mujeres ex presas políticas es un relato en primera persona, salpicado apenas con el destello de viejas fotografías o unas pocas imágenes clandestinas de la prisión. Como en sus anteriores trabajos, Virginia Martínez maneja hábilmente los escasos recursos disponibles para inquietar y desacomodar al espectador, empujándolo inevitablemente a una instancia reflexiva.
Isabel Trivelli, mientras estaban preparando el documental, recuerda cuanto sostenía el Mayor Arquímides Maciel, Director del Penal de Libertad: “No los liquidamos cuando tuvimos la posibilidad y encima tendremos que largarlos. Debemos aprovechar el tiempo que nos queda para volverlos locos”.
“Fieles a esta premisa, –continúa diciendo Isabel Trivelli–, los militares uruguayos organizaron sus cárceles para destruir. En Punta de Rieles murieron compañeras por negligencia médica, otras fueron empujadas con saña hacia la locura, todas salimos con cicatrices. Pero estamos acá, para contarlo.”
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Ficha técnica

Documental

Realización: Virginia Martínez

Proyecto original y asesoramiento: Rosario Caticha, Charna Furman, Isabel Trivelli

Dirección de fotografía y cámara: Diego Varela | Asistencia de cámara: Cristian Quijano

Fotografía y gráficos: Popi Pereira | Sonido: Álvaro Mechoso

Música y sonorización: Daniel Yafalián | Voz: Margarita Musto

Edición: Jorge García | Producción: Melina Sícalos

Duración: 30’ | Uruguay | Año: 2005.

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Imágenes integradas 2

Mural en la sede de SUTEL - Montevideo

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Una manera de decir aquí estoy
[...] Los familiares nos reunimos para ir a la marcha que cerraba la Semana del Estudiante de ASCEEP. Fue en setiembre de 1983. Unos muchachos se ofrecieron a pintar el pasacalle que llevaríamos. Cuando llegué al local estaban terminando un inmenso cartel con letras rojas que decía ADMISTÍA. Logré convencerlos de la importancia de corregir el error y marchamos detrás de nuestro pasacalle con fe de erratas.
Avanzamos por 18 de Julio hasta el Obelisco; doblamos por Bulevar Artigas. Teníamos miedo pero nos protegía el entusiasmo colectivo. En el estadio Franzini nos recibieron cientos de jóvenes gritando: “Liberar, liberar a los presos por luchar”. En ese preciso momento, ni antes ni después, yo me dije: “Nosotros vamos a ganar”. Y por primera vez me sentí invencible.
Virginia Martínez, “Una manera de decir aquí estoy”, en Las palabras que llegaron. Distintas voces contra la impunidad, Uruguay, 2009.
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Imágenes integradas 3

Memorias de mujeres - El camino hacia el penal de Punta Rieles

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La visita
[...] Desde la parada del ómnibus hasta el Penal [de Punta de Rieles] un larguísimo camino descampado se presentaba como la primera prueba que el visitante debía vencer para, quizás, ver a su familiar preso, o para sencillamente alcanzarle el tesoro sagrado de medio kilo de queso, medio de dulce y tres de fruta. Quien no haya estado en esa situación no puede quizás comprender hasta qué punto medio kilo de dulce de membrillo puede convertirse en un mensaje de solidaridad, en un abrazo de amor, en un gesto de resistencia. Ese camino por el cual podría, perfectamente, haber transitado un micro compasivo, o aun uno caro y prepotente (si la intención no hubera sido la purita crueldad) era no sólo muy largo sino increíblemente inhóspito: carente en absoluto de sombra en verano y del más mínimo reparo en invierno. Sortearlo implicaba, a veces, un verdadero acto de coraje [...]
Vanina Arrregui, “Los que estuvieron afuera”, Taller de Género y Memoria ex Presas Políticas, Memoria para armar - dos: ¿quién se portó mal?, Editorial Senda, Montevideo, 2002, p. 149;
citada en Marisa Ruiz, Ciudadanas en tiempos de incertidumbre. Solidaridad, resistencia y lucha contra la impunidad (1972-1989), Doble clic Editoras, Montevideo, 2010, p. 54.
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Poesías y Cantares en Punta de Rieles
Ovillos de la Memoria
Miguel Hernández y Joan Manuel Serrat

... para la libertad sangro, lucho y pervivo

... aún tengo la vida

[...] En Uruguay, en el Taller Testimonio y Memoria, de ex presas políticas, Ana Demarco expresa el mencionado sentimiento de gratitud del que habla Lévi-Strauss. Lo hace recordando la compañía que significó Joan Manuel Serrat para ellas:
Era bueno escuchar tus palabras cuando la angustia nos inundaba, nos decías:
Todo pasa y todo queda
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos
caminos sobre la mar
[...] Era importante para nuestra relación tener presente el lugar de ‘aquellas pequeñas cosas que nos dejó un tiempo de rosas, en un rincón, en un papel o en un cajón’. Sin esa cotidianidad no hubiéramos podido lograr aquella magia que existía entre nosotros, Joan Manuel lo mencionaba y nosotras coincidíamos [...]. Sintiendo la tristeza y la plenitud, el compromiso y la fuerza cuando decíamos juntos los tres ‘para la libertad sangro, lucho y pervivo’, y nos consolábamos porque hoy como Miguel podíamos decir ‘aún tengo la vida’. Él sabía como nosotras que no era fácil encarar el nuevo día, el desafío de la supervivencia, él sabía como nosotras que ‘un día más, que se va colando de contrabando, y bueno pues, adiós ayer y cada uno a lo que hay que hacer’. Y nos repetía animándonos, ‘tire p’adelante, que empujan atrás’. Y allá marchábamos a encarar el día más, el día menos, porque mire que empujaban atrás, no paraban de empujá. (1)
La poesía musicalizada, las letras de Serrat, interpretaba la subjetividad de las prisioneras que alojaron sus canciones –como las de Viglietti y Paco Ibáñez– con gratitud en la memoria. Las canciones como regalo al recién nacido, como bienvenida, como gesto de cuidado y compañía o como despedida, fortalecían un sentimiento afectuoso de familia que se creaba entre las prisioneras. La canción era un vínculo relacional que permitía enfrentar “en familia” los momentos compartidos de la adversidad. [...]
Jorge Montealegre y Natalia Montealegre, “Punta de Rieles, donde termina y empieza una vía”, Revista Encuentros Uruguayos, Año 3, N° 3, 2ª. parte, setiembre de 2010.
(1) Ana Demarco, “A Joan Manuel Serrat”, en Los ovillos de la memoria, Taller Testimonio y Memoria del Colectivo de ex Presas Políticas. Editorial Senda, Montevideo, 2006, pp. 273-274.
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Imágenes integradas 4

Memorias de mujeres. Ex presas cantando A galopar.

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La Varsoviana
Bandera de lucha de todos los pueblos
por la libertad y un mundo mejor.
Al llegar a una nueva celda, en Punta de Rieles a Marta Valentini la recibieron con una canción tradicional del movimiento obrero internacional. Antes de su arribo al Penal pasó por distintas y duras antesalas (1). En una de ellas la mandan al calabozo y, cuenta entre risas, de pronto empiezo a oír voces de mujeres que cantan La Varsoviana y yo dije “estoy loca”, porque imagínate que después de rodar casi un año por aquellas cosas horribles del Cuartel de la Paloma llegar al penal y que te canten La Varsoviana, una canción compuesta en una remota prisión política que en uno de sus fragmentos dice:
Pero vamos a plantar con orgullo y valor
a la heroica bandera del trabajador
Bandera de lucha de todos los pueblos
por la libertad y un mundo mejor.
Jorge Montealegre y Natalia Montealegre, “Punta de Rieles, donde termina y empieza una vía”, op. cit.
(1) (Nota de los autores). Acordamos con la conceptualización de Ivonne Trías respecto a que no se puede reflexionar sobre la prisión política sin tener en cuenta la antesala de la tortura y los interrogatorios.
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¡La próxima vez, dos!
Patricia caminaba junto a otras cinco o seis compañeras, o quizás fueran más; el número total no lo recuerdo, pero tengo en cambio bien nítida la carita risueña y vivaz de Patricia, cuando narraba esta breve historia del penal de Punta de Rieles.
Caminaban hacia la huerta de la cárcel, sin tener ni siquiera la alegría de saber que al menos parte del producto de su trabajo en la huerta estaría destinado a las presas o a sus familiares. En realidad la buscada utilidad de ese trabajo era humillarlas, no era y nada tenía que ver con ese contacto diario con la tierra que al final hace sonreír orgullosos ante los frutos.
Quizás la tierra también sabía cuánto significaba el trabajo de esas mujeres y por eso se esforzaba para regalarles al menos un poquito de esa gran solidaridad que veía entre ellas. Lo hacía a su manera, es decir con sus frutos, y ese día, cuando vio llegar a Patricia y sus compañeras, recibió al grupo susurrándole que había escondido para ellas un regalito: tantos rabanitos, frescos, picantitos y bien rojitos granada. El grupo de presas no tardó en descubrir el regalo y Patricia, tentada, escondió uno de los rabanitos entre sus ropas, tejiendo y enhebrando así hilitos de vida, como era costumbre entre las compañeras, en aquellos tiempos, en aquel pedacito de tierra cercado, allá en el penal de Punta de Rieles.
Ahora las mujeres están volviendo a la celda que comparten. Patricia quiere llegar lo antes posible a la celda; teme por sus compañeras y por ella misma, que las sancionen a todas por haber robado un rabanito; y quiere salvar ese tesoro que lleva en sus ropas.
Llegan a la celda y, mientras todas cuidan que la guardia no las vea, Patricia divide el ya minúsculo rabanito en tantas partes como el número de compañeras. Gran festín, todas sentadas, saboreando su fresca partecita, y en ese momento Patricia levanta su mano izquierda con el índice y el mayor abiertos en V. No sólo festeja la victoria solidaria del grupo, sino que mirando a sus compañeras, con su misma carita risueña y vivaz, exclama:
¡La próxima vez, dos!
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Irrecuperables
En cuanto a la faz ideológica,
el porcentaje de recuperación se considera ínfimo.
Programa de Recuperación de Reclusas.
Entre los documentos desclasificados de la Cancillería del Uruguay, apareció un “Programa de Recuperación de Reclusas”, que fue publicado como Anexo en: Taller Testimonio y Memoria del Colectivo de ex Presas Políticas, Los ovillos de la memoria, Montevideo, Editorial Senda. 2006, pp. 311-314.
Se calcula que hasta 1985, cuando las presas fueron liberadas por la Ley de Amnistía, pasaron unas 700 mujeres por el recinto, con estadías prolongadas. Sin embargo, hasta la fecha (julio de 2010) no han podido recuperarse en los archivos gubernamentales una lista completa de presas políticas de Punta de Rieles.
Natalia Montealegre y Graciela Sapriza, “Punta de Rieles: ‘Claustro de transformación moral”’, en: No te olvides, Revista de la Asociación de amigas y amigos del Museo de la Memoria, 3, Montevideo, julio de 2010.
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Liberar, liberar a las presas por luchar

... sabía, pero nunca me había imaginado aquella especie de tapiz de caras

14 de marzo de 1985

Memorias de mujeres se cierra con imágenes del 14 de marzo de 1985,

cuando fueron liberadas las últimas presas,

y se cierra también con memorias de algunas de las presas que vivieron ese día.

Cierre del documental, cierre del período de prisión, final deseado de la dictadura,

final deseado y Nunca más: un pueblo recupera a sus mujeres.

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Imágenes integradas 5

Memorias de mujeres - La liberación de las últimas presas

Montevideo. 14 de marzo de 1985

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Memorias de mujeres

A todas ellas, a todo un pueblo.

A quienes durante años han creído en la utopía,

a quienes siguen creyendo,

a los nadie,

a los sin nombre,

que han sabido mirar más allá de sus propias vidas.

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REPIQUES Y REDOBLES DE LA MEMORIA

En Argentina, las locas de Plaza de Mayo,

serán ejemplo de salud mental,

porque ellas se negaron a olvidar

en los tiempos de la amnesia obligatoria.

Eduardo Galeano, El derecho de soñar

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Memoria en la pantalla

No tener las fotos de la familia

es como no formar parte de la historia de la humanidad ...

Película La ciudad de los fotógrafos

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Documentales y películas que por su género contribuyen a narrar

el hoy y la historia reciente de América Latina.

Enlace con una lista de películas:

Cine. Repiques y Redobles de la Memoria

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Fuentes
- Entrevista a Charna Furman, publicada el 26/04/2005 con ocasión del estreno de Memorias de mujeres.

- Isabel Trivelli, “La memoria es una construcción subjetiva”, Revista Cotidiano Mujer, N° 38, Año 2002.

- Jorge Montealegre y Natalia Montealegre, “Punta de Rieles, donde termina y empieza una vía”, Revista Encuentros Uruguayos, Año 3, N° 3, 2ª. parte, setiembre de 2010.

Revista Encuentros Uruguayos, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Centro de Estudios Interdisciplinarios Uruguayos.
- Catálogo de Documentales Uruguayos, 1985 - 2009. Un país sin documental es como una familia sin fotos (publicado en formato pdf).

- “Buen cine” uruguayo, en DVD: “Ácratas / Por esos ojos / Memorias de mujeres”.

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