martes, 18 de junio de 2013

El 23 no ir a votar es un acto de resistencia.

CONFUSIONES PELIGROSAS


El 23 no es cierto que se llama a votar para que el pueblo decida

Quien convoca es la Comisión Nacional de derogación de la ley de aborto. Su autodenominación habla a las claras del objetivo de la consulta : derogar la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo.

Los que no vamos a votar ejercemos el derecho a decidir desde ya, no acompañando y a conciencia, una iniciativa con la que no estamos de acuerdo. Es tan democrático entonces ejercer el derecho de no ir a votar, como de no acompañar por ejemplo la recolección de firmas para bajar la edad de imputabilidad.

No es cierto que se trata de estar a favor o en contra de la vida

Lo que está en juego es la posibilidad de volver a través de un referendum a la penalización de las mujeres que decidan realizárselo. Y no hay ingenuidad en esto. Se sabe muy bien que la penalización no impide el aborto sino que consolida una inequidad social gravísima: con dinero, es una historia ; sin dinero , son muchas historias de mujeres que se lo hacen en las peores condiciones y sometidas a riesgo de morbilidad y muerte. El aborto existe , debemos hacernos cargo de esta realidad y de lo que se trata es de disminuir el daño. Con la penalización no se defiende la vida : se criminaliza a las mujeres y se las expulsa al circuito clandestino y a sus riesgos. Es esto lo que se defiende con el voto y su resultante mas allá de las motivaciones y las convicciones de quienes lo impulsan .

El 23 no ir a votar es un acto de resistencia Resistencia a una manipulación de las ideas que han presentado a las mujeres solo como un instrumento para la reproducción, sin capacidad de discernir como personas lo que quieren para sus vidas. Es un acto de resistencia frente a quienes argumentan e interpelan sin ponerse en los zapatos de quienes se enfrentan a la realidad de tener que definir si continúan o no con un embarazo no deseado .

No ir a votar es también un acto contra la hipocresía.

Es que la maternidad, puede ser maravillosa cuando se la decide y desea. El problema es que así como es homenajeada y defendida, es también impuesta como mandato y como condena. Y al mismo tiempo es dolorosamente dejada de lado a la hora de acompañarla, a la hora de hacerse cargo como sociedad de los costos que implica para quienes la viven, a la hora de implementar pollíticas que la hagan mas disfrutable

El 23 no ir a votar es también un acto de compromiso con la defensa de una ley que posibilita avances en la libertad individual, que posibilita a la mujer que no quiere continuar con un aborto, dentro de ciertas limitaciones , que lo haga en los servicios de salud , sea rica o pobre. Que permite no seguir dando la espalda a la realidad y contribuir a la prevención. Una Ley que encuentra a un Sistema de Salud comprometido con la defensa de la misma y cumpliendo con el rol del Estado de ser garante del ejercicio de derechos de toda la población, no imponiendo la ética individual a los demás, sino garantizando la diversidad de posturas. Los que no vamos a votar el 23 estamos defendiendo la libertad Puede un pueblo con el voto decidir sobre el ejercicio de la sexualidad humana individual y los imponderables que la rodean? Los que la consideran y encuadran como un acto moral, que así lo defiendan con sus prácticas y sus vidas pero que no se lo impongan a los demás. Estamos defendiendo la libertad de discernir cómo se quiere vivir.

Carmen Beramendi / Directora de FLACSO Uruguay/ Junio 2013

No hay comentarios:

Publicar un comentario